En la persecución

Decides hacer algo, si seguís así acabaréis muertos.

Sacas la pistola de tu cartuchera del pecho, compruebas el cargador y te asomas por la ventanilla del coche. Escuchas como las balas de vuestros perseguidores silban cerca de tu oído, pero eso no te da miedo.

3 disparos bastan para que logres afinar la puntería lo suficiente y alcanzar una de las ruedas delanteras del auto que os persigue. Un giro brusco de volante y se han quedado sin tracción.

Mathew grita de alegría «Genial Albi, ¡Genial!» mientras acelera el vehículo y os lleva directamente a comisaría.

Al bajar del coche en la comisaría os cruzáis con el Jefe Bals que solo acierta a deciros:

– «Menuda cara de susto traéis, parece que vengáis de un tiroteo. Jajajaj.»

Mathew y tú os miráis y sonreís como si nada. El jefe te grita de nuevo mientras se marcha:

– «…por cierto, McIsland. Alguien ha dejado un sobre para ti en mi despacho. Puedes entrar y cogerlo»

¿Un sobre? Qué extraño. Vete directa al despacho del Jefe Bals a por el sobre que está sobre su mesa, lleva tu nombre.

Al abrirlo descubrirás que es de los Hermanos Guapitti, los encargados de la terminal del puerto. Con tanto ajetreo se te ha olvidado ir a verlos. Parece un acertijo de esos malditos italianos, pero está incompleto. Le faltan exactamente un número de piezas.

¿Cuantas?

Tendrás que multiplicar ese valor por el número de años que ya tienes y encontrarás el siguiente código.